Halloween: La fiesta del año más celebrada, después de navidad.
Llegó octubre, el mes mágico que genera controversia con cada comienzo; para algunos es sinónimo de disfraces, dulces y diversión, mientras que otros lo consideran el periodo de los demonios y la brujería. Lo irónico es que muy pocos conocemos el verdadero origen del Halloween, así que para evitar ideas equivocadas demos un paseo por su historia.
Todo inició hace más de 300 años cuando los Celtas, una comunidad nómada que procedía de Asia, se estableció en el occidente europeo del siglo XX a.C.. Vale la pena aclarar que para dicha época ya habitaban el centro y norte de Europa. De esta manera, dada su naturaleza de nómadas para el año 1000 a.C. se habían extendido por las Islas Británicas, norte de Francia, parte de Suiza y norte de Italia e, Invadieron España en el siglo IX a.C.
Los primero de noviembre, los Celtas celebraban el Samonis, que para ellos significa "reunión" y a su vez representaba la apertura del año nuevo para su cultura. De igual manera creían que la frontera entre los mundos de los vivos y de los muertos desaparecía la noche antes del nuevo año, por lo que para ahuyentar a los malos espíritus, todos se vestían con cabezas y pieles de animales al tiempo que hacían sacrificios humanos y de animales en honor al dios Samhaím, señor de la muerte, pidiendo que al día siguiente la vida del pueblo regresara a la normalidad.
Con el pasar de los siglos los Celtas continuaron esparciéndose por el mundo hasta llegar a Estados Unidos y Canadá, en donde las pequeñas comunidades de irlandeses católicos comenzaron a celebrar esta fecha a mediados del siglo XIX. Después, entrado el siglo XX y gracias al auge de la comercialización, la tradición se esparció al resto del planeta, dando paso a que una celebración local se convirtiera en la segunda fiesta más celebrada después de navidad.
En el siglo VIII, la Iglesia Católica convirtió el primero de noviembre en el día de Todos los Santos buscando realizar un homenaje a todos los santos que no tuvieran un día particular de celebración. Con el pasar de los años, estos festivales se combinaron y la población comenzó a llamar "All hallowmas" (la masa de todos los santos, de las personas santas) al Día de Todos los Santos. Conociendo así a la noche previa como "All Hallows Eve" (Víspera del Día de Todos los Santos). Nombre que con el tiempo se convirtió en Halloween.
¿Por qué se piden dulces?
La costumbre de pedir dulces se popularizó alrededor de 1930. Según se cree, no se remonta a la cultura celta sino que deriva de una práctica que surgió en Europa durante el siglo IX llamada souling, un servicio para las almas. El 2 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos, los cristianos iban de pueblo en pueblo mendigando "pasteles de difuntos" (soul cakes), que eran trozos de pan con pasas de uva. Entre más pasteles recibían los mendigos, mayor era el número de oraciones que harían por el alma de los parientes muertos de sus benefactores. En esa época se creía que los muertos permanecían en el limbo durante un período posterior a su fallecimiento y que las oraciones, incluso rezadas por extraños, podían acelerar el ingreso del alma al cielo.
La práctica llegó a Estados Unidos como un intento de las autoridades por controlar los desmanes que se creaban durante la noche de Halloween, puesto que algunos sectores de la población consideraban la noche del 31 de octubre como un momento de diversión a costa de los demás, generando así que diversos grupos de la comunidad comenzaran a proponer alternativas de diversión familiar para contrarrestar el vandalismo: concursos de calabazas talladas y disfraces o fiestas para niños y adultos, también proponían retomar el espíritu de los cristianos yendo de casa en casa disfrazados o con máscaras ofreciendo una sencilla representación o un número musical a cambio de alimento y bebida; tales actos, al igual que el Halloween fueron evolucionando hasta llegar al día de hoy, en donde cada 31 de octubre no pueden faltar los dulces en cada puerta del vecindario.
Quizá su origen sí sea oscuro y sangriento, pero hoy, en pleno 2016, depende de cada persona decidir si quiere recordar Halloween de esta manera o pasar un buen rato con sus amigos y familiares, sin olvidar que cada fiesta tradicional tiene una historia pero está en nuestras manos decidir cómo la celebramos.
