Clickbait y la cultura
La literatura en Internet y el Clickbait
La Internet ha sido esencial para el nacimiento y conservación de publicaciones culturales y literarias que no habrían podido, o lo hubieran tenido muy difícil, existir en papel. El formato digital permite dejar a un lado las cuestiones de costos y riesgos financieros del impreso; y por otro elimina los límites de tirajes o de distribución para llegar al público objetivo. A pesar de tantas comodidades surgen otro tipo de retos, entre ellos que las dinámicas actuales de la Word Wide Web no favorecen la pluralidad en la circulación de contenidos y debe acudirse a lo que podría llamarse el “boca a boca” digital.
Crear una revista de cuentos, un blog de reseñas literarias o un canal de vídeos con recomendaciones de libros es relativamente sencillo, incluso puede hacerse de forma gratuita. El problema emerge al momento de buscar audiencias y difundir las publicaciones. Dada la facilidad de publicar en línea, aumenta así mismo, de manera exponencial, la cantidad páginas que tratan temas similares. Se vuelve entonces imperativo hacerse más visible, atraer más visitantes, destacarse entre los otros diez mil o cien mil sitios de temática parecida y además entre los millones de sitios de temáticas en general, después. Es por esto que se busca aprovechar de la mejor manera los principales canales de acceso por los que los lectores llegan a los sitios web: los motores de búsqueda y las redes sociales.
Sin embargo, motores de búsqueda y redes sociales han pasado de ser puertas a la información a moldeadores de la misma. Desde el blog más sencillo hasta el periódico más prestigioso, muchas veces no se está en función de informar o difundir contenido de calidad sino de aparecer primeros en los resultados de las búsquedas para obtener más lectores, independientemente de lo que se publique. Esto da origen a la SEO (Search Engine Optimization) Optimización de Motores de Búsqueda, que consiste en adaptar, modificar o crear contenido que se ajuste a los algoritmos de los motores de búsqueda para figurar en los primeros puestos. Es así como la SEO pasa a convertirse en un fin para la creación de contenidos por encima de los contenidos mismos.
En las redes sociales otra estrategia que se ha popularizado incluso entre los periódicos más prestigiosos ha sido la del clickbait o “carnada de clicks”. Títulos muy llamativos o escandalosos, imágenes impactantes, que generalmente tienen poco que ver con aquello a lo que enlazan o que incluso distorsionan la idea de qué trata en realidad. Sin embargo, estos enlaces son los que suelen difundirse y aparecer más usualmente en las redes sociales ya que estas, al igual que los motores de búsqueda, dan prioridad a los contenidos más populares o que mejor respondan a su programación.
Mientras periódicos y publicaciones de variedades se transforman con el sólo propósito de aumentar visitas en sacrificio de su calidad, no es posible así publicar literatura con reglas de SEO ni ponerle a reseñas o cuentos títulos que se desvían de su idea original, lo que deja a muchas publicaciones culturales en puestos lejanos de los resultados de los motores búsqueda y líneas de tiempo de las redes sociales. Si bien algunas publicaciones culturales hacen de vez en cuando uso del SEO o del clickbait, en el mar de la información la mejor forma de encontrar calidad sigue siendo a través del uno a uno: recomendaciones en blogs especializados, mensajes de contactos, grupos y foros de aficionados. Grupos cerrados que de persona a persona filtran , intercambian y discuten información. Las publicaciones culturales no llegarán a tener la popularidad de otras, pero seguirán siendo ese pequeño punto de reunión para solitarios en todo el mundo.
