La sexualidad en lo espiritual
La sexualidad está relacionada con el placer sexual y lo espiritual tiene que ver con la relación establecida con dios o demás entes superiores. Significados muy generales, pero que al juntarse pueden chocar. ¿Hay algo malo al hablar, tener o sentir deseo de hacer el amor si soy católico, cristiano, budista, espiritual, mormón, etc.?
Tener sexo es un placer que todo ser humano alguna vez en su vida ha querido sentir, desde que éramos unos chicos experimentamos curiosidad por este tema y es allí en donde radica la idea de que tener sexo no es tan bueno si pertenecemos a un grupo religioso, porque cuando eres padre hablar de este tema no es fácil sobre todo si cargas con una educación conservadora.
No he visto que en la Sagrada Biblia o en algún otro libro espiritual se diga que tener sexo no es beneficioso, al contrario, ya en muchas partes se comprueba que es muy bueno, ¿por qué si usted cree en Dios ve el sexo o tener relaciones como algo malo o incomodo para hablar, y hasta se limita a sentirlo? Es cierto, no es un tema fácil, la sexualidad ha llegado a cargarse con muchos juicios y emociones difícilmente comprendidas. Por lo cual el aspecto ingenuo de la sexualidad, así como el aspecto del niño inocente y explorador, se han perdido siendo reemplazados por miedo y tensión cuando llega el momento de expresarnos sexualmente.
Recalco: hacerlo, pensarlo y hablarlo no es malo, lo malo es no tener conciencia con quién y por qué lo hacemos. El sexo, o hacer el amor, es tan bueno y bonito que si supiéramos la importancia que genera en nuestras vidas todo ser humano lo haría no solo una vez en la semana sino todos los días de su vida. Lo bonito es hacerlo con respeto, entendiendo que Dios está en cada uno de nosotros y que un orgasmo vendría a ser como el encuentro entre dos dioses, ¿alcanzan a pensar tal poder?, en ese momento de éxtasis deberíamos imaginarnos lo que queremos alcanzar en nuestra vida humana para despertar no solo satisfechos físicamente sino espiritualmente, porque sacamos de nuestro cuerpo todo lo que nos aleja uno del otro y llegamos a ese encuentro en donde renacemos y vivimos, una vibración en nuestros propios cosmos.
Hacer el amor a consciencia con la persona que amas, que deseas, con esa alma gemela es muy bueno porque Dios también está en ese momento realizando milagros, ahí, uniendo dos energías que crean una onda de pasión y amor es donde se crea una ley importantísima, que opera en el reino espiritual, "la ley de la atracción", creando una forma duradera en el universo.
La sexualidad deberíamos verla como un baile, una danza mutua de las energías masculina y femenina; la sexualidad más que un acto físico es un acto espiritual.
El sexo en el amor es infinito, no tiene ni principio ni final, y el amor en el sexo es una conexión con lo divino.
